martes, 27 de mayo de 2008

La Denuncia de La Loca




La Loca irrumpe en nuestra conciencia para ayudarnos a romper con las estructuras opresoras de un sistema de creencias basado en el modelo androcéntrico.
Nos desafía a gestar un cambio, real y verdadero en nuestra manera de pensar, de pensar el mundo y de pensarnos a nosotras mismas.
Su imagen es inquietante. Emerge de la carta con cierta desfachatez, mostrándonos su sonrisa descarada y plena. Le faltan los dientes, pero ella es bella, porque se siente bella, se sabe bella, y se ríe en nuestra cara. Quizás se ríe de nosotras, de cómo estamos atrapadas en el sistema, de cómo dedicamos horas enteras de nuestros días en ocuparnos de embellecernos externamente según los mandatos del patriarcado.
Ella se ríe fuerte, su carcajada es estruendosa y puede que no sea agradable escucharla, puede incluso darnos miedo o rechazo; pero es importante saber que Ella está aquí para ayudarnos a despertar. Llega con su belleza genuina, que tiene que ver con ser Ella misma, auténtica y fiel a su verdadera naturaleza.
Ella viene a hablarnos de recuperar el sentido genuino de belleza, la belleza natural de cada mujer, que trasciende los parámetros consumistas y de moda, pautados por un sistema anti-vida que reniega de los ciclos naturales, y denigra a las mujeres que no responden a los modelos de la “muñeca barbie”: flaca, rubia, de vientre chato, tetas perfectas; perpetua e invariablemente joven.
Es llamativo, pero el otro día descubrí, observando unas muñecas barbies con las que juegan mis hijitas, que las barbies no pueden apoyar la planta de sus pies en la tierra, ellas están diseñadas para estar de puntillas, pisando apenas el suelo, lo mínimo indispensable. Sus pies son pequeños y disfuncionales, a la vista se ven muy delicados, pero están mutilados, como los pequeños pies de las geishas.
Estos pies incapaces de plantarse en el suelo y caminar con soberanía y peso propio, reproducen el prototipo de belleza de mujer impuesto por la cultura androcéntrica: una mujer que esté bien desconectada de la Madre Tierra y de los ciclos de la vida.
Una mujer dormida que permite que las siliconas invadan las curvas naturales llenando de plástico un espacio que en un tiempo fue sagrado. Una mujer que se anula al ser desarraigada de las fuentes nutricias de sabiduría ancestral femenina.
Una mujer “ hermosa” y anoréxica, inflada y radiante, exitosa por fuera, triste por dentro, en manos de su depredador , a quien le ha entregado su poder.
Desconectadas de la Tierra, las mujeres se vuelven débiles y la belleza real, se torna artificial, generando un cascarón frágil y fácil de romper, para invadir, violentar y abusar cuantas veces el sistema lo requiera.
Mi intento cotidiano de vivir en unicidad conciente con la Diosa Creadora, incluye el vertiginoso desafío diario de criar a dos pequeñas niñas en medio de este sistema tan patriarcal; y, por supuesto, no logro evitar que jueguen con barbies, no porque yo se las compre, sino porque suelen recibirlas de regalo en algún cumpleaños, no logro impedir que la publicidad se meta en mi casa y haga que ellas deseen tener una barbie.
Cuando llegan a sus manos, las barbies todavía son inmaculadas representantes del sistema androcéntrico y responden a los parámetros de belleza de esta cultura. Pero al cabo de unos días dejan de estar intactas y son atravesadas por las ansias creativas de las niñas que se apropian de sus cuerpos y les cortan el pelo, les pintan tatuajes, las llenan de colores o le inventan ropita nueva con retazos de telas viejas.
Entonces algo en mí se tranquiliza. Aparece una especie de alivio, de esperanza hacia el futuro, de anhelo muy profundo, de pedido, de rezo, por la creatividad femenina, por el regreso del arte de co-crear un mundo diferente, más alternativo, más incluyente, más natural y respetuoso de Lo Sagrado Femenino, de los ciclos de naturales, de la Vida misma.
La belleza es tan diversa como las especies que habitan la Naturaleza. La belleza es inherente a cada ser vivo que resplandece desde su propia esencia.
La belleza es patrimonio de cada mujer que se acepta tal cual es, que se ama y se regocija de ser ella misma.
Por eso La Loca es bella. Por eso La Loca te inquieta y te instiga a deshacerte de un sistema de creencias falso que lo único que hace es desvalorizarte, victimizarte y alejarte de tu fuente de poder.
La carcajada de La Loca es estruendosa y contagiosa. Relaja tu mandíbula, suelta las tensiones, suelta el control, ríete con Ella y anímate a crear un modo nuevo de vivir tu feminidad, más natural, más libre, más sagrado, más humano.








M. Glusman

1 comentario:

belijerez dijo...

Siempre "la loca" fue despreciada. Recuerdo de niña a una vecina que decían que estaba loca, yo la recuerdo en mal estado, depresiva, con ojeras, delgada...tenía tres hijas. La primera tuvo que parirla muy joven pues parecía su propia hermana. Murió relativamente joven y le perdí la pista pronto a ella y sus hijas. Cuando yo tenía 12 años visité una residencia de personas discapacitadas mentales que se llama ahora, eran "locas" me produjo una sensación tan desagradable aquello, su mal olor, los gritos, las imagenes todavía hoy con 53 años las recuerdo. Hace dos años sufrí una crisis a la que nadie le dió nombre. Yo me sentía loca totalmente, casi pierdo el control sobre mi, si no es que lo perdí en algún momento. Ahora se que la locura lo - cura, pero no es fácil salir del laberinto. Por cierto he tenido la portunidad de trabajar en un centro para personas con trastorno mental severo, había mujeres y ellas no habían podido salir de sus crisis.
Afirmo que se puede salir de la locura totalmente curada, sólo que la falta de confianza en una misma te lleva al precipisio. Hay menos mujres en os centros para enfermos mentales porque al fin y al cabo a las mujeres se nos permite la locura más que a los hombres.
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